El pasado noviembre del 2017 Fito Páez publicó el álbum de
estudio #23 de su carrera. Días antes las redes sociales estuvieron bastantes
movidas gracias a los comentarios desatados por la portada del nuevo trabajo
del argentino: el cuerpo de una mujer desnuda, cubriéndose los pechos con sus
brazos y el rostro maquillado de Páez. Días después el álbum fue publicado y
acogido por la crítica y la fanaticada como el mejor trabajo del músico en 10
años. Y es que acaso ¿qué tiene de especial ‘La Ciudad Liberada’? pues que lo
tiene todo.
Probablemente el disco haya que escucharlo más de una vez.
Toma su tiempo digerirlo, procesarlo y entender lo que Fito trata de decirnos
en, ni más ni menos, que 18 canciones. Algunos han dicho que ha sido arriesgado
un número tan alto de interpretaciones en un mismo álbum estrenado en la época
en que todo pasa demasiado rápido. Sin embargo, ‘la ciudad liberada’ no se
torna eterno o insufrible en ningún momento; y es que la verdad hay tanto
contenido en este nuevo material, que los oyentes no tienen mucho chance de
aburrirse, sino más bien de quedarse pegados a ver ‘qué sigue’.
La impresión de si hay, o no, un hilo conductor que conecte,
en temática, a todas las canciones no queda muy claro a primera vista (o escuchada).
Los temas son bastante variables y oscilan de un extremo a otro todo el tiempo:
Luz y oscuridad, esperanza e incredulidad, utopía y distopía, todo en una hora
y diez minutos de música de uno de los exponentes del rock en español más
aclamados. Lo que sí queda demostrado es que Fito se repite a sí mismo tanto
como se reinventa. A lo largo de ‘La ciudad liberada’ nos vamos a ir
encontrando con guiños a un sin número de sus trabajos más antiguos. A esas
fórmulas que ya, por oído, asociamos a Fito Páez y que aún así no suenan
quemadas: melodías a piano muy reflexivas, rock and roll a lo Charly García,
pasajes flamencos perfectamente empalmados, guitarras y estrofas explotando a
mitad de canción y hasta menciones a los Beatles, al propio Lennon y a los
Rolling Stones.
‘Aleluya al sol’ es la canción con la que se abre el disco.
Una melodía muy movida, alegre, pegajosa y la primera carta de Fito sobre la
mesa con su apoyo al movimiento “Ni Una Menos”. Un mensaje positivo y
esperanzador al género femenino (que se le agradece, cómo no) y que sirve de
antesala a otros temas puntiagudos a los que va haciendo mención a lo largo del
álbum. No todos los temas mantienen este tono alegre y fiestero. En cambio,
canciones como “La mujer torso y el hombre de la cola de ameba”, “Islamabad” y “Navidad
negra” aparecen como la antítesis.
En general ´la ciudad liberada’ está construido a base de
crítica; crítica de lo que pasa actualmente; crítica a lo que nos imaginamos,
pasará en el futuro; y crítica a lo que aún no pasa, a veces, cantado con un
tono positivo y esperanzador, como esperando un cambio que pareciera imprescindible,
otras, con una perspectiva más negativa, como si fuera la catástrofe aquello de
lo que no vamos a poder escapar, ni como individuos, ni como sociedad. Lo
curiosos es, que incluso en los temas más nostálgicos, Fito se mantiene en una
posición en la que es la compañía del otro, del que amamos y del que nos ama,
lo que nos salva o, por lo menos, nos hace seguir resistiendo.
“Entonces,
yo siento que me das tu vida // Entonces, yo siento, te siento y te doy mi vida.”
En definitiva ‘La ciudad Liberada’ es una especie de recopilación
de lo que conocemos de Páez. Un vistazo a lo que ya ha construido, pero también
la presentación de su perspectiva sobre el mundo de hoy y lo hilarantes que pueden
parecer los hechos que están ocurriendo ahora mismo, pero que no tenemos tiempo
de interiorizar. Justo cuando el mundo está cambiando tan aceleradamente que apenas
si podemos percibirlo, llega uno de los músicos más reconocidos de Argentina a
cantar el cambio, a cantar el 'Nuevo Mundo'.
El final, aparentemente anunciado, comienzo con “Se terminó” el
track número 17 y un paralelo entre el cierre del álbum y el ‘final del mundo
como lo conocemos’. Un canto al necesario e imparable cambio constante del que
estamos a merced hoy más que nunca. Una melodía tan positiva y pegajosa como la
primera que escuchamos y en la que, a mi parecer, se presenta la tesis del trabajo
completo: “Y el cuento terminó//
La vida es tan solo ilusión // Todo es aventura // Todo es más locura // Todo es desandar y andar // Al fin se trata de viajar // Viajar a un nuevo mundo…”
“5778” es la melodía que cierra el álbum. Un instrumental de poco
más de dos minutos, en donde lo último que escuchamos es una ingrávida voz que
nos dice “Buenas noches, felices sueños”.
Un cierre lleno de calma, casi estabilizador después del torrente de
emociones y estados por los que nos hace pasar ‘La ciudad liberada’.
En La Ciudad Liberada participaron:
Fito Páez: Voz, piano, teclados
Diego Olivero: Guitarras y sintetizador
Mariano Otero: Bajo
Gastón Baremberg: Batería
Gracias a ellos por hacerlo, y a ustedes por leer.
¡Rock&Roll Forever my Friends!
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