La resistencia que otorga el canto (Edición pacifico)

En el año 2015 recuerdo haber experimentado la mayor  rabia  de mi vida cuando vi una nota en la cual un reconocido periódico publicaba una lista con “Las agrupaciones más comerciales del pacifico colombiano”. En ese momento confirmé que en nuestra sociedad lo fundamental era el valor agregado, y se ignoraba la infalible objetividad por la cual la música alivia un poco la angustia  en medio de la existencia.

Vale entonces la pena detenernos un segundo y hablar sobre la importancia del legado de nuestro pacifico, para ver porque ante el enunciado de aquel medio, la reacción que se desato en mi fue aquella. 

Colombia es un universo que contiene en sí pequeños mundos en los que se expresan las complejidades de la diversidad multicultural del país. Pero en el pacífico, la vida se sublima de otra manera, pues por medio del canto se hacen recorridos a la historia de sus pueblos, sus luchas, sus resistencias, se comprende fluir del río,  lo cotidiano, el trabajo, el amor,  la traición,la pasión, la tradición. Así,  han inmortalizado melodías cuyo sustancial contenido riega semillas que permiten que emerjan transformaciones en el ciclo de la tierra que está en nuestro ser. 

Atravesada por una espesa selva con el mayor número de especies por kilómetro cuadrado, la bañan múltiples cuerpos de agua, incluido el majestuoso océano pacifico y el turbulento río Atrato, ambos con su furia han hecho de su gente seres de verdadera fortaleza; y en sus rostros vemos, como diría la maestra Petrona Martinez que " la vida vale la pena" ( y si bien no pertenece a esta región, es para mi una de las grandes dignificadoras de la vida Colombiana) . 

De ahí, no hallo mejor voz a la unidad que aquella que da Nidia Gongora cuando dice, "Mi cultura se respeta" o  me permito encontrar un amor particular en Condoto de Hansel Camacho, haciendo un llamado a aquellos lugares que nos han hecho amar la vida. 

Estos pueblos se han valido de la riqueza de su tierra para crear instrumentos que han hecho resistencia a las imposiciones de una nación que confina sus memorias al olvido. Veamos entonces la música del pacifico como un reivindicatorio a la conservación de la identidad, y la preservación de los ritmos creados, pues justo eso se  siente cada vez que el piano de la selva da gritos de guerra a la supervivencia.

Convencida de que hay elementos que nos hacen amar la vida, afirmo, que tantos años dedicados a la música y a la vida, no pueden ser limitados a un vacío anuncio que quiere soslayar la vida a las efímeras concavidades del mercado.  

Después de esta pequeña pausa, y muchas horas tratando de decidir qué álbum reseñaría, me di cuenta que por medio de todos iba a llegar a la misma conclusión, cada uno es tan único que da un soplo que designa el principio vital de todo ser viviente. 

Así me tomé el atrevimiento de exponer (en mi concepto) las mejores resistencias del canto en el pacifico.

1. Canalón de Timbiquí, Déjame subi

Agrupación nacida en el pacifico Caucano inicia cuando en su colegio varios de sus integrantes contagiados por su profesora Isabel Sinisterra se interesan por su historia, por su negritud y su ancestralidad. Este álbum corresponde al año 2004 justo un año después que se reencontraran y decidieran revivir su musicalidad. 


El álbum es un compendio de sinfonías que dan descripción a lo habitual en la vida de la complejidad del pacifico. Recogiendo minuciosamente los elementos de la tradición. 

2. Grupo Bahía, Pura chonta

En 1992 se realizó el lanzamiento oficial del grupo Bahía de la mano de Hugo Candelario Gonzales, originario de Guapi. Aprendió a tocar la marimba de la mano del maestro Gualajo Torres. 

Hugo logró en compañía de su equipo, la perfecta hegemonía entre los sonidos ancestrales y el conservatorio. 

Este álbum sale en el año 2005, en cada una de sus canciones vemos el relejo de una verdad innegable, cuando de cantos se trata, el más hermoso es aquel que el piano de la selva nos regala cada vez que conducido por las manos del hombre emerge.

3. Peregoyo y su combo Vacaná, Sabor del pacifico

Reconocido por inmortalizar Buenaventura, Luis Enrique Urbano Tenorio, es el rey del currulao. "En la década del 60 fundó la orquesta Peregoyo y su Combo Vacaná, llamado así porque sus integrantes provenían del Valle, Cauca y Nariño. Se trató de la primera gran orquesta en difundir la música del Pacífico colombiano." (Fragmento tomado de Radio nacional de Colombia) 

Sabor del pacifico es uno de sus tantas composiciones. Publicado en 1975 contiene 20 obras y es gracias a este que se inmortaliza " Mi Buenaventura". 

Sería un crimen acabar sin mencionar otros grandes representantes del pacífico,tales como Herencia de Timbiquí, Soyame la Marimba,  Grupo Naidy, Yembema, La niña Emilia, Los hijos de doña Santos, Agrupación Changó, Grupo Gualajo, Rancho Aparte,Los alegres de Telembí,  Tamafri, Grupo Aluvion y todos aquellos que si bien el mercado no los saca en sus absurdas listas, dan revuelta a nuestras existencias. 

¡Y que nunca se nos olvide vivir a nuestra manera!