Decir que Mabiland es una representante del rap femenino hoy por hoy en Colombia, seria quedarme corta ante todo el trabajo que ha realizado no solo en materia musical. Trabajo que evidenciaré hoy en Novedades Musicales con su último lanzamiento, el álbum 1995. Sin pensarlo puedo decir que este es ya uno de mis trabajos favoritos del 2018, pues está cargado de tantos elementos tan especiales que es imposible no conectarse en algún momento con el.
A Mabiland la conocí con Cuánto más, primer sencillo que lanzó de este trabajo y canción numero 4 del disco. Esta viene a ser una súper mejora o un complemento muy grande a un tema que aparece en un EP lanzado en el año 2016: Limirente. En esta ocasión, todo el significado de la canción recae sobre esta palabra, puesto que la lírica nos habla de un amor no basado en una libertad sublime donde todo parece funcionar a la perfección, sino mas bien en una obsesión constante por la cercanía y por el afecto reciproco. No es sorprendente como las relaciones se convierten en la preocupación por poseer al otro, olvidando al amor como un elemento intangible que solo se vive y se conoce cuando se siente ingenua y genuinamente y no cuando se presiona a estar con nosotros. La conclusion de esta canción es bellisima porque recae en el fragmento de Cómo amar sin poseer, un poema del Oliverio Girondo, dejaré aquí el poema completo:
"Es muy difícil, el amor. Cómo amar sin poseer. Cómo dejar que te quieran sin que te falte el aire.
Amar es un pretexto para adueñarse del otro, para volverlo tu esclavo, para transformar su vida en tu vida, cómo amar sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio.
Casi siempre el error que cometemos es pensar sólo en lo que nos pasa a nosotros. Nos parece tan importante eso que sentimos, que nada de lo del otro puede ser tan importante como eso que sentimos. Y esa contradicción suele ser trágica.
Es el error más común que cometemos todos: querer que el otro sea como queremos que sea y no como es y cuando nos damos cuenta del error a veces es demasiado tarde."
A esta canción la precede Ensayo de Ceguera, que representa una atracción supremamente fuerte entre dos personajes en donde uno (el que narra) está subyugado ante el otro. está canción le da una entrada plena a Cuánto Más, pues desde el final anuncia el concepto del apego emocional con la frase "odio la parte del tiempo en que me pierdo así, pero no encuentro la forma de dejarte ir..."
Este álbum convoca diferentes experiencias personales de Mabiland, muchas de estas amorosas, por no decir todas, amorosas en el sentido diverso de la palabra, no solo reducido a algo de pareja. Es un álbum al que puedo denominar catártico desde cierta perspectiva. Puede que esté equivocada pero el conflicto en algún punto del álbum es el odio, el proceso de catarsis y el perdón alcanzado en un final. Hay varios elementos que me hacen pensar esto:
El inicio del álbum nos muestra una trilogía problemática de la vida sentimental. Placer, un poco de toxicidad y mucho daño emocional, pero al llegar a Canción 6, la canción ubicada en todo el centro del álbum (que también está presente en el primer EP) es un grito. Comparado con las otras canciones, el instrumental en el inicio de esta canción, da - por lo menos a mi - un sentido de progresión, de cambio, parece una transición. Y las frases aquí no tienen ningún sentido de ataque contra una situación particular, sino es un conflicto interior: Ha pasado el tiempo y un día se levanta y se da cuenta que hizo muchas cosas mal y que esto la ha envuelto en una coraza dura y además que, la única manera de soltar los lazos que la unen a un pasado dañino es el perdón, pues es este el que logra que no se tenga enfrentar al monstruo en el que se había convertido de nuevo. En ese momento vemos un cambio en el personaje representado en las canciones por Mabiland.
Después de esto, vemos al personaje representado en la canción desde dos perspectivas distintas. La primera está envuelta entre el placer de lo efímero, el sexo fugaz que se basa solamente en la satisfacción de un momento específico y la segunda, una añoranza de un amor que ya no está y que teme "perder" (entre comillas porque a este punto es un amor que ya no tiene) por la fama que ha construido a la que se le da una connotacion negativa. Esta canción me recuerda a una frase de Desvaneciendo, de Crudo Means Raw "...mi tío dijo que el placer está en la variedad y ahora envejece solo..."
Tras esto, aparece Vaya Forma, posiblemente mi canción favorita del álbum porque es supremamente versátil y cambiante. y esta es para mi, la cúspide de todo el drama emocional de pareja. Es una resolución un poco conflictiva en la que siento que se identifica el problema de la dependencia emocional y se rompe el lazo con rabia. Es un cierre precioso por el que todos hemos pasado en el que nos damos cuenta que si existe un inconveniente que nunca quisimos ver por llevar el amor a un plano elevado donde solo queremos lo bueno y sufrir porque no lo encontramos.
Las últimas dos canciones presentan otro tipo de perdón y de amor.
En el caso de Diciembre del 95, amor hacia una familia muy rota, y el perdón hacia situaciones sobre las que ya pasado el tiempo no tiene control pero que igual le hicieron daño. Crecer representa reconocer como las situaciones nos afectaron y encontrarles una solución tardía que aliviane el peso sin necesidad de juzgar ni a las personas que actuaron en el momento, ni al momento mismo que temporalmente ya no existe.
En El Club de la Pelea, el segundo sencillo lanzado y la canción que cierra este álbum y vemos otra faceta, la última de este personaje. Creo que en esta canción podemos identificar un poco el ego del que se nos habla mas arriba en otros temas. Es un personaje renovado que le declara la mala a la hipocresía y que después de tantos golpes y de tantos problemas encuentra su refugio, su paz y una realidad clara y verosímil en la música, elemento con el que identificamos a Mabiland como ser actualmente. Es un cierre perfecto para este gran álbum que nos deja parados frente a frente con la artista.
Musicalmente puedo decir que es fascinante. Es un disco que muestra a una Mabiland camaleonica, que entre todos estos colores y texturas está perfectamente acomodada. Como les decía en un inicio, reducir su trabajo solo al rap es quedarnos incompletos, puesto que aquí vemos elementos del soul, del jazz e inclusive un inesperado cambio hacia el trap. Su versatilidad y su facilidad de transformarse en el proceso no solo lo identificamos en el instrumental sino en los matices tan bonitos con los que maneja su voz, que después de las líricas es mi elemento favorito de Mabiland como ser artístico. Podemos sentir la fuerza, el dolor, el odio, la confusión y su resurgimiento solamente con escucharla cantar.
Definitivamente estamos frente a una gran exponente de la música colombiana, a la que en serio les invito a escuchar con mucho detenimiento y a seguirle los pasos, porque puedo asegurar que nos seguirá sorprendiendo. Creamos en lo de acá no solo por ser de acá, sino porque en serio vale la pena
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