Fotografía: Fabián Beltrán |
inicialmente, este post iba a ser una entrevista — gracias a los chicos de ONErpm por la invitación—, pero tras vivir el concierto de la banda y seguido, o mas bien, junto con este, una sucesión de hechos inolvidables, quise combinarla con una crónica de lo que se vivió en esta noche tan caóticamente maravillosa. Espero la disfruten y me cuenten cómo vivieron ustedes a El Mató.
Gracias a Fabián Beltrán (si dan click en el nombre lo pueden seguir en su instagram) que me dejó usar sus fotos para no tener que subir las mías en mala calidad de teléfono jaja
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Los jueves son mis días de descanso, así que dormí lo suficiente para tener energía para la noche. Desde que desperté, estuve muy ansiosa por lo que iba a pasar, era mi primera vez viendo a la banda, así que tal vez, en comparación con aquellos quienes lograron verlos en marzo o antes, estaba mucho mas emocionada. Reproduje las canciones en loop y mientras, imaginaba cómo iba a llorarlas mas tarde. Escuchando pensé en todo lo que hablamos con Santiago Motorizado el día martes, anterior al concierto.
La primer pregunta que le hice, fue mi favorita a la hora de hablar con bandas: ¿qué música escuchaba antes de hacer su propia música? Siempre la hago mas por un placer personal de reconocer el niño que lleva cada músico dentro.
Santiago me contó sobre su vida, el tercero de cuatro hermanos. La primer canción que tenía en su memoria —de esta papá noel le dió el single— es We All Stand Together de Paul McCartney, de la que me comentaba que el video era él, Paul, cantando con un osito de bufanda roja. Tras eso creció como una esponja de sus hermanos mayores. Recordaba The Police y Rod Stewart, de quien había comprado hace poco un disco doble, junto con Los Fabulosos Cadillacs, esta ultima, siendo una que perduró durante toda su vida.
Con mucha gracia nombró a Pavarotti, "le decía a mi mamá que quería cantar como Pavarotti, nunca lo logré, engordé para hacerle tributo". ya de grande, en la secundaria le gustó el punk- rock, Ataque 77, Los Pericos.
Fotografía: Fabián Beltrán |
La libertad de la independencia, de poder ver cada proceso, de pulir cada detalle, habían hecho de esta lo que es ahora. Narraba que en un inicio el circuito era pequeño, diminuto, no habían lugares para tocar, no habían medios, habían ganas. Esta, junto bandas como 107 Faunos, la banda favorita de Santiago, o Mi Amigo Invencible, habían sido de una u otra manera la generación que fortalecería este circuito, crecieron y vieron crecer. Ahora las bandas son diferentes y es lo ideal, no tienen que luchar años para lograr sus sueños, todo ha crecido tanto que lo anglosajón logró taparse un poco por el talento nacional. "frescos, insolentes, llenos de energía" así, describió la cabeza del grupo a "los nuevos creadores de rock'n'roll".
Después de haber escuchado todas las canciones que quería e intentar encontrar parecidos entre sus influencias anteriores y estas, salí de mi casa muy temprano hacia el centro de la ciudad, era día de marchas estudiantiles y horas mas tarde todo iba a colapsar frente al llamado para el presupuesto de la universidad pública.
Fotografía: Fabián Beltrán |
La fila se fue haciendo mas larga y dentro del Auditorio Mayor empezó la prueba de sonido. Viendo la fila pensé en lo increíble que es para una banda independiente poder viajar a un país tantas veces y encontrar siempre gente que los recibe con los brazos abiertos, e imaginé a la banda en el 2006, en el viaje a Brasil, el primero que hacían hacia el exterior. Habían sido invitados por un capricho personal del organizador, tanto que los puso a cerrar un festival en un país al que nunca habían ido. Sin tantas esperanzas se subieron a la tarima esperando que muchos se fueran, pero por el contrario, entre un portuñol carioco escucharon a la gente corear y los vieron agruparse. La sensación de estar en el hogar cuando se sale de casa estaba presente desde aquel día. Ahora estaban aquí, doce años después, por segunda vez en un año en la misma ciudad, la nuestra, Bogotá.
Cerca de la siete de la noche, entre la linea de una puerta entreabierta con una luz que parecía rosa, se escuchaban los versos de El Magnetismo, canción con la que abrirían el concierto mas tarde y aquí ocurrió un momento que nunca voy a olvidar y que ahora que repito esas imágenes en mi cabeza mientras les escribo, me pone muy sentimental. Ese martes, pregunté cómo era posible que existiera un hermoso caos en Él Mató. Canciones como "Mujeres bellas y fuertes" hablan de una realidad dolorosa, pero escucharla pone esa realidad en otro lugar. "Todos de forma natural buscamos la luz que atraviese de armonía aquello que nos duele y al igual que en la vida, la música, o por lo menos la de ellos, aportaba un rayo que ponía todo en equilibrio" fue su respuesta
Fotografía: Fabián Beltrán |
Empezamos a toser, el equipo logístico nos ingresó para mantener el orden de entrada que se había previsto. Cada uno pasó su boleta y dentro pudimos ver un poco lejos el escenario, con personajes del mismo equipo que nos indicaban que aun no podíamos entrar al teatro. Estaba muy ansiosa y preocupada, por la banda, por lo que pudiera ocurrir esa noche ante lo desconocido, por las marchas, por los heridos. Todos nos encontrábamos en un estado emocional muy susceptible.
Se dio el siguiente ingreso, del hall al teatro y todos comenzaron a correr desde la puerta hasta la tarima para quedar en la parte del frente. Mientras corría, giré mi cabeza y vi en cámara lenta con mucha gracias dos personas cayendo y tras estas una estampida de gente emocionada. Pronto nos estampillamos con el borde y empezamos a acomodarnos, quedé justo en el centro.
El concierto se opacó un poco con aquellos quienes abrían el mismo. Miraba las caras de los demás asistentes y me daba cuenta que muy pocos congeniaron con la banda sobre el escenario. Tras su retirada, empezó a crecer la emoción. Los conciertos son hermosos porque en momentos de división como los de el país, por un par de horas estábamos juntos por lo mismo, nosotros adentro y los estudiantes fuera, también unidos, así es la música y también la vida.
Entró la banda, los ánimos habían quedado un poco bajos por la anterior pero rápidamente al escuchar los primero acordes de El Magnetismo entramos en un ambiente de calor de hogar, solo podía recordar la linea de Mas o Menos Bien en ese momento "hoy celebraremos como familia, que mas o menos sigue como quiero yo", porque aun faltaba gente, muchos no lograron llegar.
Fotografía: Fabián Beltrán |
Entre las conocidas letras de la agrupación, el público estaba inmerso entre la dicha y la nostalgia. En El Tesoro, El Fuego Que Hemos Construido, Destruccion, todos aquellos quienes tenían el corazón roto pudieron desbordarse en llanto por lo que la música causa en estos momentos de soledad, y así mismo en canciones como Violencia, Nuevos Discos y La Noche Eterna aquellos con la llama encendida tuvieron un momento romántico debajo de las luces rojas, azules y blancos.
Después de 23 canciones en las que nadie se quedó callado en ningún momento se apagaron los focos y todos empezamos a salir. Muchos afirmaron que el concierto del Auditorio Lumiere, fue mejor, hasta allá no puedo afirmar, no estuve, para mí, esa noche fue perfecta. Me tomé fotos con mis amigos, Vanessa me mostró el set-list que un chico junto a ella le había obsequiado después de que Santiago los repartiera. Todos nos abrazamos, sonreímos, nos despedimos y así acabó la noche.
A veces, en ocasiones, cuando juntamos fuerzas, las cosas sí están mucho mejor, no excelentes, tal vez mas o menos bien, pero mejor.
A veces, en ocasiones, cuando juntamos fuerzas, las cosas sí están mucho mejor, no excelentes, tal vez mas o menos bien, pero mejor.
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